Monday, October 28, 2013

La decolonialidad en Gamaliel Churata


Churata, Gamaliel. La resurrección de los muertos. Alfabeto de lo incognoscible. Edición y estudio introductorio de Riccardo Badini. Lima: Asamblea Nacional de Rectores, 2010. 862 pp.
La resurrección de los muertos es el segundo volumen de la enciclopedia  del conocimiento humano de dieciocho tomos que Gamaliel Churata (Arequipa, 1897- Lima, 1969) planeaba publicar a lo largo de su vida.  El pez de oro (1957)  fue el primer y único tomo que circuló cuando Churata estaba vivo. Salió a la venta cuando residía en La Paz Bolivia. Su proyecto intelectual de carácter definitivamente decolonial tenía el título de Alfabeto de lo Incognoscible y estaba constituido con otros criterios para promover nuevas síntesis de cuerpos de conocimientos occidentales e indígenas. Churata quería crear una enciclopedia alternativa a la de Denis Diderot y Jean Le Rond D’alembert del humanismo francés del siglo XVIII. Su misión era emprender la decolonización del saber andino.  Para lograr este objetivo, en los dos tomos de su enciclopedia, incorporó cosmologías, epistemologías y ontologías aymaras, quechuas en combinación con el pensamiento antirracionalista europeo (la fenomenología, el psicoanálisis, el existencialismo). Asimismo, confiaba en que la poesía y el teatro podían comunicar conocimientos, de manera similar al ensayo o al artículo científico.
Resurrección de los muertos era un manuscrito perdido hasta que Riccardo Badini lo encontró en manos de los herederos de Gamaliel Churata. La edición crítica del libro de Churata realizada por Badini se constituye también en edición príncipe. Junto a su estudio introductorio y trabajo de editor crítico,   el libro contiene esclarecedores prólogos de Ricardo González Vigil y Antonio Melis. Asimismo, un colofón de José Luis Ayala, titulado “Churata en la cultura universal” narra detalles sobre el retorno del autor de El pez de oro a Puno en 1964. Las mil treinta y una notas a pie de página de la edición crítica de  Badini ayudan a entender los juicios de Churata sobre los pensamientos europeo, aymara y quechua de su región. Badini demuestra que Churata era un lector autodidacta voraz que leía todo material escrito de su biblioteca personal y de bibliotecas públicas. Estaba bien informado  del proceso y tradición filosófica y científica europea desde los griegos hasta su época. Para  aclarar ciertas nociones e información Churata también utilizaba fuentes secundarias no académicas como el almanaque Bristol y el Reader’s Digest.  Asimismo estaba al tanto de los acontecimientos de su época que se difundían por los medios masivos de comunicación. Su referencia histórica más tardía es el asesinato del presidente norteamericano John F. Kennedy el 22 de noviembre de 1963 (p. 578). Por esta referencia se puede decir que La resurrección de los muertos  seguía en proceso de escritura hasta por lo menos 1964, año de retorno de Churata al Perú luego de treinta y dos años de exilio en Bolivia. También las notas a pie de página de Badini dan luz sobre el uso de arcaísmos del español andino, extranjerismos, aymarismos, neologismos y quechuismos de la escritura de Churata.
En La resurrección de los muertos se comprueba que Gamaliel Churata es un precursor de los pensamientos postcolonial y decolonial cuando lleva a cabo una crítica de los efectos de la colonialidad del saber y la colonialidad del ser del eurocentrismo en la región del sur andino. Según Churata, la colonialidad del poder de la empresa colonizadora española en los Andes, que empezó en el siglo XVI y  fue heredada  por las elites criollas durante el periodo republicano, ha justificado procesos de modernización excluyentes con la aplicación del racismo. En este sentido, las modernizaciones capitalistas han dejado de lado a los aymaras y quechuas del sur andino de los beneficios que podrían traer para toda la población de esta región. Para legitimar su exclusión y explotación los grupos de poder han considerando que los  saberes aymaras y quechuas son inferiores al conocimiento europeo y norteamericano porque son producidos por una raza inferior que tiene  incapacidad de razonar.
Gamaliel Churata, más allá de sus alusiones al racismo de la conquista, la colonia y la república, hace una crítica de la colonialidad del saber europea. En esta sentido desmonta la  epistemología del eurocentrismo (pp. 193-194) esbozado líneas arriba. Desde un lugar de enunciación (altiplano) da respuestas a aquellos asuntos que no puede resolver la epistemología europea (alfabeto de lo incognoscible). Su crítica epistemológica se opone a los esfuerzos de llevar a cabo el epistemicidio de las culturas aymaras y quechuas del altiplano peruano y boliviano desde la conquista hasta las primeras décadas del siglo veinte. Se sabe que el epistemicidio tuvo dos sentidos. Primero los colonialistas intentaron matar literalmente el saber andino con campañas aculturadoras tales como la extirpación de idolatrías, evangelización, alfabetización en castellano, etc. Segundo, consideraron al altiplano un lugar muerto desde un punto de vista epistemológico por no producir teoría y/o conocimiento científico. Con el título de resurrección de los muertos lo que está diciendo Churata es que existe una cultura viva en el altiplano. Los aymaras y quechuas piensan y producen conocimientos de otras maneras. El autor de El pez de oro es su portavoz  que pone en marcha su propuesta decolonizadora
La crítica epistemológica de Churata se puede llamar también un pensamiento crítico fronterizo. Por un lado incluye en su propuesta decolonial saberes de aymaras y quechuas y sus formas peculiares de producción. Por otro lado recupera conocimientos y formas de producción europeas que fueron subordinadas o subalternizadas por la epistemología dominante europea que vendría a ser el idealismo racionalista. Para ser más precisos, Churata considera  que en su teoría del conocimiento la producción del saber no es individual sino colectiva y que la forma de producirla es a través del diálogo verbal y no la lectura de escritura alfabética.  Por esa razón La resurrección de los muertos tiene una estructura teatral en la cual un personaje llamado el profesor analfabeto discute con Platón, y son interrumpidos por unas voces que pronuncian su apoyo al profesor analfabeto y también enuncian sus puntos de vista sobre los asuntos discutidos. También se encuentra  el personaje Khori-Puma que hace comentarios filosóficos e introduce sus opiniones. Por cierto,  si bien esta producción dialógica de cultura (colectiva y verbal)  ha sido practicada por los aymaras y quechuas, occidente también la tenía con Sócrates y la mayéutica. Churata menciona al filósofo griego y su método de hacer filosofar a sus discípulos varias veces. Estaba tan impresionado por el método socrático que le puso el título de Mayéutica  a otro de los tomos previstos en su enciclopedia.
Churata también se pronuncia en contra de sujeto del conocimiento  de la epistemología europea en relación a su propia ontología y cosmología. El sujeto de conocimiento europeo es un ser humano, en la mayoría de los casos varón, que se distingue de los animales, las mujeres, los no europeos y naturaleza por su capacidad de pensar.  Su adquisición de conocimientos se da a través de un proceso racional que privilegia el sentido de la vista ya sea en la visión de hechos o en la lectura de documentos. Asociada a esta capacidad humana en la cosmología europea la concepción del tiempo es lineal. En la dimensión temporal los seres humanos nacen, crecen y mueren. Del mismo modo la naturaleza y los animales no razonan, no se comunican y no tienen sentimientos. La mujer y los no europeos sienten pero no razonan. Sobre estos puntos,  Churata sostiene desde una cosmología aymara y quechua que la muerte no significa cancelación sino los que mueren se encuentran en otro espacio. En ciertas ocasiones y lugares se puede entrar en contacto con ellos. De allí que el título de su libro alude a los muertos que vuelven o coexisten con el mundo de los vivos. Vivos y muertos no solo piensan sino también sienten y conocen, con otros sentidos, como los animales. De esta manera, Churata reflexiona sobre el hombre que no solo es un animal en cuanto tiene las mismas necesidades básicas sino también deviene animal cuando pone en juego sus otros sentidos. De allí que habla de conocimientos táctiles, olfativos, aurales, que están asociados con sentimientos y emociones. Para argumentar sobre estos puntos Churata otra vez recurre a la mitología aymara y quechua, inventa personajes míticos y recupera el pensamiento vitalista europeo que rescata la experiencia acumulada a  través de los sentidos no visuales.
Por último, la publicación de la edición crítica de Resurrección de los muertos de Riccardo Badini hace ver la contemporaneidad del pensamiento de Churata con los precursores del pensamiento decolonial más conocidos, como Franz Fanon y Aime Cesaire. Definitivamente, los tres pensadores leían las mismas fuentes europeas en su lengua original o en traducciones. Mientras que los lugares de enunciación de los dos primeros se ubicaban en el Caribe y sus reflexiones estaban teñidas por los legados de la esclavitud de africanos, Churata lo hacía desde el altiplano andino incorporando las historias, ontologías, epistemologías y cosmologías aymaras y quechuas.
Juan Zevallos Aguilar
The Ohio State University

Saturday, October 26, 2013

Arquitectura del espanto


Domingo de Ramos, Arquitectura del espanto. Lima: Asaltoalcielo Editores, 1988.

 Arquitectura del espanto es el primer libro de Domingo de Ramos (Ica, 1960). Anteriormente publicó poemas sueltos en periódicos y revistas peruanas y una plaquette en París, editada por Kloaka Internacional. Fue miembro activo del Movimiento Kloaka que durante los años 1982-1984 agitó el ambiente cultural limeño. El movimiento Kloaka integrado por poetas, músicos y artistas plásticos destacó por la organización de una serie de eventos de “arte total” donde estaban presentes la poesía, música experimental y pintura; y en entrevistas, manifiestos y pronunciamientos se declararon como la “con-ciencia vigilante” de la deteriorada sociedad peruana y frecuentaron los espacios marginales con el propósito de nutrir sus creaciones con la experiencia vital y el lenguaje populares. El libro de Domingo de Ramos está constituido por tres partes tituladas: I. Soledad López, II. Arquitectura del espanto (que da el título al libro) y III. N.N. Las tres partes tienen autonomía temática y aparentemente se presenta una falta de unidad en el libro. Mas aún, a primera vista, el lector se lleva la impresión de que una vez más, como casi siempre ocurre con los jóvenes poetas, el autor por no desaprovechar la oportunidad de publicar su primer libro decidió reunir, primero, un conjunto de poemas de diferentes registros, sin mayor articulación, y luego publicarlos para no perder el tren de la historia literaria. Pero, en una segunda lectura, dejando de lado el canon tradicional que norma la producción lírica considerando que la unidad temática y la coherencia como las características más importantes del libro, los desajustes, la falta de unidad del poemario empiezan a adquirir otras dimensiones que ayudan a entender mejor la nueva literatura peruana. 
En el libro se formula poéticamente un universo sociocultural muy particular de la realidad peruana. En la primera parte, el yo poético narra las experiencias vitales disfóricas del mundo marginal que le ha tocado vivir. La unidad temática de esta parte se centra en la soledad experimentada en distintas situaciones. En el primer poema titulado “Escrito en soledad” el yo poético se queja de que “nadie ha tomado en serio su soledad” y del extrañamiento y desarraigo que sufre en una sociedad donde el individualismo progresivamente va sentando sus reales. En la segunda parte de Arquitectura del espanto el autor mediante, el microcosmos creado en el poemario, elabora la visión del proceso socio-histórico peruano enunciado por un sujeto social marginal urbano. El yo poético se impone sobre el silencio y se constituye en un testigo que narra asombrado la “intrahistoria” de la violenta sociedad peruana, centrándose en hechos traumáticos que sumados unos a otros coadyuvan a la construcción de la “arquitectura del espanto”. En otras palabras, el yo poético se constituye en un testigo de excepción que percibe que “1a realidad es cruel y me invita a silenciarme” y narra hechos de un “país que ha dejado las inocencias”. De este modo, en el poema “Caída de un adolescente”, el yo poético narra el asesinato cometido por la policía de un estudiante que participaba en una protesta popular y en el poema “Su cuerpo es una isla en escombros” alude a la masacre de 200 personas ocurrida en cárceles peruanas en el debelamiento de un motín de presos políticos.

La parte más valiosa del libro es la tercera por la utilización de varios recursos poéticos y por su acercamiento más preciso al universo socio-cultural marginal urbano. El poeta utiliza otras voces, distintas al yo poético, con el propósito de configurar el universo socio-cultural que le interesa. El poema que destaca es titulado “NN” donde se narra la ansiedad de un hijo va a visitar a su madre enferma. En el poema el yo poético recuerda con nostalgia el cariño maternal recibido en la niñez, manifiesta la desesperación por la falta de recuperación de la salud de la madre que claramente pertenece al universo cultural andino. En este sentido, el yo poético da cuenta de la supervivencia de la tradición oral quechua en un hogar urbano: “Ya no te hallaré con tus manos blancas/ tratando de dibujar algún pájaro/ que imitabas en tu canto/ como los cantos en quechua que acompañabas con tu mágica guitarra/ violín o arpa que desconocía/mis oídos y mi lengua” (p. 48). En el último poema “Como un mar encallado en el desierto” el yo poético delega la voz al padre que narra el nacimiento y crecimiento de su hijo asociado con el origen y crecimiento del barrio. Así, en clave poética el nacimiento del hijo coincide con la invasión del arenal donde se ubica la casa, la niñez con el proceso de urbanización del barrio que termina como un lugar poco habitable. Asimismo en este poema y en otros hay referencias a la vida cotidiana de los sectores marginales, a las actividades que realizan para sobrevivir y a la enorme influencia de los medios masivos de comunicación que configuran el imaginario popular.

En general, el valor de este poemario radica en la recreación del universo cultural y social de los sectores populares limeños que en una pujante y constante movilización social vienen ocupando no sólo los lugares periféricos de la gran Lima sino toda la ciudad. La formalización poética del universo ideológico cultural popular urbano se realiza desde el interior. En el poemario aparecen personajes marginales y se utiliza una norma lingüística popular en la que están presentes frases hechas y expresiones coprolálicas. Domingo de Ramos, aprovecha su conocimiento desde adentro, de los sectores marginales y logra un buen libro que manifiesta en un nivel textual las contradicciones del universo extratextual. El autor de Arquitectura del espanto es hijo de migrantes y habita un barrio marginal limeño.  Publicado en Revista de Crítica Literaria Latinoamericana 35 (1992): 166-167

Juan Zevallos Aguilar University of Pittsburgh.