Sam Colop y la Editorial Cholsamaj presentan una nueva versión del Popol Wuj. Detrás de esta traducción del libro sagrado maya hay aproximadamente cinco años de trabajo. Colop, su traductor, se basó en el manuscrito de Ximénez 1701-1703, y en las traducciones posteriores escritas en español e inglés para lograr esta versión que incluye interpretaciones, “más fieles” a la original, según él. En el cotejo de la traducción, Colop contó con el apoyo de la biblioteca Newberry de Chicago, en donde se encuentra el manuscrito de Ximénez. Con relación al contenido, Colop explica que se habla de la “orilla del mar”, o “del lado del mar”, y no del “otro lado del mar” como otros han traducido. “Lo que se ha asumido como un llamado de paz en realidad es un llamado de guerra; en la reconstrucción de la cabeza de Junajpu no se habla de una tortuga sino de un chilacayote, y en ese mismo pasaje no se habla de un zopilote si no del dios del amanecer, representado por el tacuacín”, asegura.
Sam Colop es abogado egresado de la Universidad Rafael Landívar, maestro en lingüística de la Universidad Iowa, y doctor del departamento de inglés de la universidad estatal de Nueva York en Buffalo. El traductor indica que otro de los puntos interesantes en su obra es que “cuando se habla de ayuno y penitencia no se habla de personas sino de cuentas de 20. Por ejemplo, en lugar de 9 personas se está hablando de 9 cuentas de 20 que equivalen a la mitad de una cuenta de 360 días (el Tun). El asunto es que 20 en k’iche’ se dice winaq, que también quiere decirpersona. Eso ha dado pie a pensar que se habla de 9 personas haciendo ayunoy penitencia, cuando en realidad se habla de 180 días (9X20)”. El autor refuta que el Popol Wuj sea un conjunto de historias y enseñanzas dado por los abuelos. “Eso es lo que dicen algunos que creo yo, no han leído el documento”, afirma. Ya en el texto, dice, se habla de la “escritura de Tulán”, que seguramente era el original del Popol Wuj, si no en su totalidad, al menos en su parte mitológica. Al final se identifica a quienes lo transcribieron a mediados del siglo XVI. No se identifican por nombres pero sí al linaje que pertenecían y se llaman a sí mismos “madres de la palabra, padres de la palabra”. El hecho de que en las poblaciones mayas se tenga conocimiento oral de algunos relatos es muy distinto a decir que de ahí surgió eldocumento.
No olvidarse que el Popol Vuj que está en línea:
http://autorepresentacion.blogspot.com/2007/11/popol-vuh-en-linea.html
Friday, November 28, 2008
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment